Es una técnica básicamente de enfermería, que requiere un conocimiento profundo fisiológico, un manejo meticuloso de la atención al paciente y la aplicación correcta del protocolo establecido, especialmente para prevenir las complicaciones que pueden presentarse.
Una normativa de trabajo protocolarizada permite:
Fases:
Las transfusiones se suelen administrar a través de una vía intravenosa, un tubito que se inserta en una vena mediante una aguja fina. El procedimiento completo suele durar aproximadamente de dos a cuatro horas, dependiendo de la cantidad de sangre que se necesite.